Mujeriego Vs Seductor Real

»Ya no existen hombres de verdad.»

¿Cuántas veces no hemos escuchado ésta frase en boca de alguna mujer?

Es realmente lamentable ver cómo ahí afuera hombres que simplemente se encargan se difuminar la imagen que las mujeres poseen de la verdadera masculinidad.

En mi experiencia a lo largo de mi camino he logrado identificar que existen dos tipos de hombres que generan una atracción poderosa en una mujer: Los mujeriegos y los seductores reales.

Empecemos por el primero: El mujeriego es un triste fantasma de masculinidad, marcado por espectros de un pasado espinado que tiene frecuentemente la imagen de una mujer que le dañó en él. Es un mentiroso por esencia, y un experto jugador de emociones. El mujeriego posee habilidades seductivas innatas o aprendidas a lo largo de su vida, habilidades sumamente poderosas que le permiten literalmente estar con cualquier mujer que desea. El mujeriego es un lobo con piel de oveja, con una destreza impresionante para manejar sus palabras, que llegan en el momento justo a oídos de mujeres que desean un escape a su gris rutina de vida. El mujeriego es un oportunista, y no necesita de grandes esfuerzos para acercar a una mujer a su lado porque sabe que ellas ya se sienten atraídas hacia él casi de manera automática, el mujeriego atrae las mujeres con mentiras y falsas expectativas de un romance perfecto, vendiendo ideas de relaciones duraderas y estables. El mujeriego conoce perfectamente que las mujeres son seres emocionales e idealistas por naturaleza, y usa sus habilidades manipuladoras para sacar provecho de ellas prometiéndoles bases estables de un futuro con una gran estabilidad emocional, cuando en realidad basa su teoría en una vana mentira. Cuando una mujer dice: «Yo nunca podría estar con un hombre como tú», el se ríe internamente, porque sabe que tarde o temprano ella caerá en sus redes irremediablemente.

Un mujeriego oculta su verdadera identidad a las mujeres que desea seducir, cuando le preguntan si ha estado con varias chicas, él lo niega rotundamente, el te amo es su frase estandarte, y el ERES LA ÚNICA es simplemente su escudo de batalla. Si tiene novia, dice que no la tiene, si es casado lo oculta aún más, aparenta ser el jinete que toda mujer desea, cabalgando sobre un caballo blanco y cargando un cofre con oro titulado FELICES POR SIEMPRE. El mujeriego es un artista de lo falso, juega con la mujer que está a su paso y logra tener de ella todo lo que desea, y ella le da todo sin restricciones porque ella está esperanzada de que algún día, él lograra cambiar, y ella vive día y noche luchando para que así sea. Para ella, el querer cambiar al mujeriego es una sensación adictiva que la lleva a cometer enormes estupideces. Sin embargo, ella NO sabe que todo lo que el mujeriego hace es porque en su interior tiene un miedo terrible a ser rechazado por los seres que odia y teme (las mujeres), porque para él, el estar con una mujer es lo único que le brinda identidad y validación, ¡qué triste paradoja es la vida de éste intento de hombre!

Al final del día la historia siempre tiene el mismo desenlace: Un mujeriego que huye hiriendo con su estocada (pun intended) a cada mujer que encuentra en el camino y una mujer que llora porque una vez más alguien jugó con sus sentimientos, dejándole un amargo sabor de boca que ella tratará de desquitarse con todos los buenos tipos que lleguen a su vida en el futuro, echando sobre  ellos de todos los males que el mujeriego le dejó y dejando una estela de hombres destrozados que la culpan ella por sus sueños rotos.Un círculo triste que estropea poco a poco nuestra sociedad y las relaciones hombre-mujer. Y la historia sigue y sigue, y se puede repetir o cambiar completamente.

»Yo en cambio nunca le he quitado la mujer a ningún hombre, las mujeres que han pasado por mi vida son regalos que los mismos hombres me han dado…»

El seductor real es un hombre completo que abraza su masculinidad porque se deleita en ser varón, despliega en su vida la fuerza de un guerrero y de sus poros transpira su propia testosterona que es para él su oxígeno a respirar. El seductor real sabe que su hombría depende de sí mismo y NUNCA de nadie más. No busca validación de NADIE y sabe que ser él mismo es el mejor regalo que puede darse. Camina por la vida despreocupado del qué dirán y tiene un carácter firme e inquebrantable, una voluntad de hierro forjado y una poderosa fe.El seductor real es un apasionado por lo que hace, en su interior late un corazón de fuego, que le hace ser un amante extraordinario de todo lo que le rodea, incluídas ELLAS.

El seductor real no necesita de máscaras, ni de mentiras ni de maquillajes, él se ríe del Cuento del Príncipe Azul porque sabe que no existe. Y nunca le venderá a nadie algo en lo que no cree. El seductor verdadero es un hombre que hace de la HONESTIDAD su mejor afrodisíaco con las mujeres, no miente sobre futuros falsos ni juega con emociones. Tampoco esconde sus deseos por una mujer ni sus intenciones con ella, porque sabe que esconderse de ello es esconderse de la MASCULINIDAD de la cual él se siente tan orgulloso.

El sabe que no es ni será el Príncipe Azul sino que es una FUERZA DE LA NATURALEZA capaz de hacer que una mujer llore de gusto en el momento en que se siente tocada por él, un hombre real que la hace vibrar de placer y que hace que ella sienta la mezcla entre lo más sublime y lo más bajo en el preciso momento en el que ella decide entregarse sin ataduras a su amor. El seductor real saborea a una mujer y a su pasión de una manera fuerte, caliente y viril porque es un salvaje al momento del sexo, conoce que su verdadero deleite radica en el instante preciso en que la piel de su mujer se pone más tibia y firme y sus músculos se contraen para darle paso al éxtasis que previene al clímax de su reventar femenino. El seductor real sabe ser de verdad un HOMBRE para hacer que su dama se sienta MUJER en todos los sentidos.

El amor del seductor real por una mujer puede ser largo o efímero, pero la diferencia tan grande entre el seductor y el mujeriego es que el seductor nunca le mentirá a una mujer sobre el futuro, porque él vive el presente únicamente, y sabe que lo que puede ofrecerle a su mujer está únicamente contenido en el hoy, porque el mañana es tan incierto como engañoso, cuando una mujer le hable sobre el futuro él sabrá decir:

»No sé lo que deparará el futuro, sólo sé que el hoy es cuando estoy contigo y es lo que importa. Puede que yo no sea el hombre con el que estarás por siempre, pero puedo asegurarte que soy el hombre que siempre vas a recordar»

El seductor real sabe que el ser sincero no siempre le hará tener a todas las mujeres a su lado por siempre, porque habrán algunas que aceptarán la realidad y otras no, pero la única certeza que tiene el seductor real es que no dejará nunca de sonreir y ser feliz, porque esté en su vida una mujer o no, EL SIEMPRE VIVIRÁ SU AVENTURA.
Si eliges ser un mujeriego,ni este blog ni este conocimiento es para ti, si eliges ser un seductor recuerda que la primera regla de nosotros es la siguiente:

»Siempre deja a una mujer mejor de lo que la encontraste»

Ese pensamiento no sólo te dará momentos deliciosos al lado de damas exquisitas, sino que hará que esos momentos duren lo suficiente para que se vuelvan a repetir. 

Creo que hay claridad entre las diferencias de uno y otro ¿cierto? Bueno, está demás aclarar que lo que yo hago es entrenar a los seductores no a los mujeriegos, sé identificar cuándo un hombre quiere aprender más de las artes simplemente porque quiere ser un perro mentiroso más, y sí adivinaste yo no entreno mujeriegos. En el próximo post ahondaré un poco más en este tema.

Hasta nuestro siguiente encuentro seductores. 

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